Los coches eléctricos, al no necesitar combustibles fósiles suponen un respiro para el medio ambiente. ¡Descúbrelos!
El medio ambiente no es un tema con el que bromear. El prolongado uso de combustibles fósiles ha hecho que las reservas de este hayan menguado de manera considerable. Además de que han ido creando una huella ecológica que a día de hoy no podemos seguir ignorando. Por ello, la aparición de los coches eléctricos supuso un gran alivio. Todos aquellos que sabían que no íbamos a poder seguir utilizando este tipo de combustibles, pues no son infinitos, respiraron tranquilos. Cuando este tipo de vehículo empiece a asentarse dentro del mercado, los problemas medioambientales relacionados con el uso de la combustión de las gasolinas y gasoils se reducirán. Y es que los coches eléctricos pueden tener algunas cosas mejor que otras, pero de lo que no podemos dudar es que suponen un gran beneficio para el medio ambiente.
Este tipo de vehículo no funciona únicamente con una fuente de energía. Al contrario de lo que ocurre con el coche tradicional, al cual sólo podemos alimentar con el tipo de combustible elegido por el fabricante, a un coche eléctrico podemos recargarle a través de diferentes vías. Y es que la energía eléctrica la podemos conseguir de muchas fuentes diferentes. Por ejemplo, a través del sol mediante energía fotovoltaica, pero también gracias al aire que se transforma en energía eólica. Pero estas son sólo dos de las formas posibles, pues tampoco podemos olvidar que podemos conseguir energía eléctrica empleando la biomasa, el calor o los movimientos de las olas. La diversidad de fuentes de energía hace que la dependencia sea mucho menor. Esto tiene ventajas directas en tu bolsillo, pues ya no tendrás que estar pendiente de las continuas fluctuaciones en el precio de la gasolina.
Los vehículos, además, son una de las principales fuentes de emisión de contaminantes a la atmósfera, sólo por detrás de las centrales nucleares y las plantas industriales. Esto no es únicamente un problema para la naturaleza, sino que en los núcleos urbanos los contaminantes afectan directamente a las personas. Esta continúa exposición a los gases de los coches puede terminar provocándonos graves enfermedades respiratorias, tal y como se está demostrando, por ejemplo, con el aumento de las alergias.
Este tipo de problemas podría evitarse de forma sencilla si se produjese un cambio hacia el coche eléctrico. Por ejemplo, un estudio del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energia (IDAE) ha comprobado que si sustituyésemos tan sólo 2.000 coches tradicionales por coches eléctricos dejaríamos de emitir 4.471 toneladas de CO2 cada año. Por no hablar de que nos ahorraríamos 4.282 toneladas de petróleo. Parece que merece la pena empezar a considerar el cambio, ¿verdad?
Por último, tampoco podemos olvidar un tipo de contaminación que no tenemos en cuenta hasta que un niño nos despierta a las cuatro de la mañana llorando: la contaminación sonora. Los coches eléctricos, por sí mismos no realizan ningún tipo de ruido durante la conducción. Sin embargo, la ley obligó a que estos empezasen a realizar ruidos para evitar accidentes relacionados con falta de atención del peatón, que no oye venir ningún vehículo y atraviesa la calzada tranquilamente. Pese a esto, el nivel de ruido que emiten sigue siendo muy inferior del que realiza el motor de un coche tradicional.
Estas son sólo algunas de las ventajas medioambientales que suponen los coches eléctricos y que debes valorar a la hora de elegir tu próximo vehículo porque tiene ventajas para ti y para la naturaleza. Por eso déjanos recordarte una cosa fundamental: el medio ambiente no es un tema que tomarse a broma.
